Hola amigas!
Tanto tiempo sin publicar merecía un regreso digamos que inusual por eso hoy os traigo un notición. Aunque mis compis de labores ya hace unos días que lo saben, a las demás os cuento que pasé un mes de octubre fatal, con un cansancio del que no lograba identificar la causa, encontrándome rarísima y con la sensación de tener una lavadora dentro del estómago. Mi madre culpaba al inglés (o mejor dicho, a mi horario de clases, al mediodia, de 2 a 4, justamente en mis horas de comer) y mi marido al hecho de que, según él, no me cuido nada. Así que, al final y como no veía ninguna mejoría en mi estado de ánimo, fui a visitar a mi doctora. Mientras le explicaba mis penas y mis múltiples malestares, ella no paraba de sonreir hasta que me preguntó: ¿Te has hecho la prueba del embarazo??
Y sí, queridas amigas, tras salir de su consulta, fui a la farmacia y el resultado fue un rotundísimo positivo.
No quería dar la noticia hasta tener el resultado de la amniocentesis y pudiera decir que, por el momento, todo está correcto pero como la prueba no será hasta el próximo día 28 de diciembre (sí, precisamente el día de los Santos Inocentes) hubiera tenido que esperar hasta después de la Navidad para contaros lo que ahora nos tiene monopolizados en casa.
En fin, espero que os acordeis un poco de mi y me mandeis toda vuestra energía positiva para la prueba. Supongo que, a partir de ahora, además de labores el blog se volverá bastante monotemático así que desde ya os pido disculpas porqué mi intención no es, en absoluto, hacer un blog de embarazada.
Y, como no, os deseo una feliz Navidad, con mucha salud y amor. Y además, como no podré conectarme durante la semana que viene ya aprovecho también para desearos un feliz 2012. ¿Me perdonais el retraso, no?
Un beso.